La crisis aumenta las diferencias en las prestaciones económicas de los países europeos, por lo que la unidad monetaria se encuentra bajo presión. ¿Puede hacer frente la eurozona a este fuerte contratiempo? Las diferencias estructurales son grandes. Sobre todo el sur de Europa lo tiene difícil. España, Italia, Grecia y Portugal se han beneficiado fuertemente de una seria bajada de los tipos de interés, en comparación con los tiempos de la lira o del escudo. Pero no han conseguido adaptar la estructura de sus economías y hacerlas más competitivas. La consecuencia de ello es que las exportaciones se encuentran ya desde hace años en una situación delicada, y se aprecia también un aumento del déficit en las cuentas corrientes...
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